En noviembre de 1921 y abril de 1922 aparecieron los dos únicos números de Prisma. Revista Mural, en la que participaron por Norah y Jorge Luis Borges, Guillermo Juan, Eduardo González Lanuza y Guillermo de Torre. En su autobiografía, Borges recuerda: “Nuestro pequeño grupo ultraísta estaba ansioso de poseer una revista propia, pero una verdadera revista era algo que estaba más allá de nuestros medios. Noté cómo se colocaban anuncios en las paredes de la calle, y se me ocurrió la idea de que podríamos imprimir también una revista mural, que nosotros mismos pegaríamos sobre las paredes de los edificios, en diferentes partes de la ciudad”. Se trató de una revista que hizo pública la realización del programa ultraísta cuyos principios estéticos, en palabras de Borges, consistían en la “reducción de la lírica a su elemento primordial: la metáfora”; “la tachadura de las frases medianeras, los nexos y los adjetivos inútiles”; la “abolición de los trebejos ornamentales, el confesionismo, las prédicas y la nebulosidad rebuscada”; la “síntesis de dos o más imágenes en una, que ensancha de ese modo su facultad de sugerencia”.
Digitalización: Martín Greco