El único número de Alto Aire fue publicado en abril de 1965. Sus creadores fueron Luis María Castellanos (1943-2005), periodista, traductor y poeta rosarino; Juan Manuel Inchauspe (1940-1991), profesor de literatura y poeta santafesino; y Alberto Carlos “Gary” Vila Ortiz (1935-2014), periodista y poeta rosarino.

Alto Aire se abre con un breve escrito literario de Gary Vila Ortiz que anticipa su principal motor: «La mano de ella, ella invencible, ella toma su mano, la arroja al cielo (…), esta mano que escala la lluvia (…), esta mano que es un árbol, una palabra, que no morirá nunca porque es la mano de ella, ella invencible, la mano de ella poesía». El único número de la revista está consagrado, casi en su totalidad, a la poesía –a excepción de dos apartados dedicados a pequeñas antologías comentadas de Camus y Pavese–: en ella aparecen los primeros poemas de Inchauspe, poemas de Vila Ortiz y de Castellanos y una serie de traducciones de poetas de lengua inglesa. Cada conjunto de versiones o traducciones es seguido de una nota sobre el autor. Estos textos señalan una línea grupal, que persigue la innovación poética partir de la apropiación de abordajes y procedimientos que es posible reconocer en ciertas obras del modernismo anglosajón.

La redacción de la revista fue hecha en la casa de Castellanos, ubicada en el centro de Rosario –casa en donde se comenta que paraban Sabato y Castillo cuando iban a esta ciudad– y en la de Gary Vila Ortiz, ubicada en un barrio en las afueras de la ciudad. El diseño de la tapa y el interior estuvieron a cargo de Juan Carlos “Calucho” Quaglia, un estudiante de arquitectura con maravillosa –casi perfecta– caligrafía en letra imprenta, según cuentan quienes lo conocieron. Quaglia fue uno de los amigos de infancia de Gary. Podemos señalar el hecho de que fuera un “casi” arquitecto amigo. Esto podrá parecer un detalle, pero da cuenta de las relaciones informales que mediaban la producción de literatura en la ciudad: alguien que no se dedicaba al diseño le realizaba un favor a alguien querido. Podemos imaginar la escena: Calucho miró a Gary con sorpresa, levantó una de sus cejas, murmuró una respuesta y se puso a trabajar. Gary quedó fascinado con la tipografía gigantesca que Calucho eligió para la tapa.

 

Digitalización: Marina Maggi

Alto Aire
Abril de 1965
Alto Aire