On line: Ludema, nueva revista de teatro + El regreso de Rico Piturro + Nuevo tema de Knei + Nacho Bruno en la radio + Relanzamiento de Long Play + Y más…, p. 4
Martes Carinhosos: El clásico del verano fueron los martes. Una fiesta samba organizada por la banda Carinhosos Da Garrafa que descontroló el nivel de convocatoria (Gonzalo Bustos), p. 5
Cuco: La banda motor del Colectivo Caracol Rojo sacó disco y modificó su formación. Cómo explican su sonido y qué es lo que buscan es algo de lo que contaron mientras se aguantaron el calor de sus disfraces (Facundo Arroyo), p. 6
En el aire: Columna estreno que buscará el mejor momento radial del mes, p. 6
Los Subterráneos: Detrás de Japón, una de las primeras bandas del sello
Laptra, algunos de sus integrantes se encerraron en un sótano y registraron todo lo que tenían guardado (Luciano Lahiteau), p. 8
Los años desperdiciados: La periodista Mercedes Galera narrará sus propias experiencias nocturnas, p. 8
Al palo: Las canciones que más se escucharon en la redacción, p. 9
De a uno: José Tedesco (Nacho Babino), p. 11
Rap: En los márgenes de la ciudad, y hacia el centro de ella, un movimiento juvenil del género se va gestando. Así como el rock en los noventa dio las primeras raíces y conformó su propio circuito, los actores de la rima van asomando y escupen en prosa (Juan Barberis), p. 12
Vista previa: Las bateas se abren hacia la literatura, el teatro y las realizaciones audiovisuales, p. 16
Batea: Los Bluyines + The Plásticos + Julián Oroz + Tranquiloenano, p. 17
Parrilla: Mostruo! + Supernadie + El Perrodiablo + Thes Siniestros, p. 17
Sala de ensayo: El periodista especializado Leandro De Martinelli analizará en este nuevo espacio el desarrollo del rock y sus distintas corrientes, p. 18
De colección: Juan Kathrein, nuevo colaborador, indagará en esos objetos que los músicos cuidan como tesoros personales, p. 19
Pogo: Canto el cuerpo eléctrico + Las culebras (Gonzalo Bustos), p. 19
Destacados: 5 shows que deberías ver en marzo, p. 21
Agendá, p. 22
Crónicas urbanas: “Cocker nunca me mandó a dormir” (Fede Navamuel), p. 23