Film nº 3, agosto-septiembre de 1993
El realizador Alejandro Agresti opina que el estilo argentino surge de una indisciplinada combinación de elementos diversos. Su cine así lo demuestra. Sergio Wolf toma esa idea y revisa desde allí Cuerpos perdidos, Rapado y El acto en cuestión, tres películas argentinas alternativas, p. 4.
Tim Burton gasta veinte millones de dólares para contar la historia de Edward Wood, Jr., el realizador más barato de la historia del cine. Diego Curubeto cubre la distancia entre ambos y resuelve que juntos, son dinamita, p. 14.
Que no todo el cine alemán mudo fue expresionista es lo que trata de demostrar el Dossier Falso expresionismo. Para hacerlo se indagó en los orígenes del movimiento, se revisaron films recientemente descubiertos, se propusieron otros vínculos y se rescató un texto de la venerable Lotte Eisner, hasta ahora inédito en castellano, p. 20.
La literatura de Patricia Highsmith ha inspirado varías películas singulares. Claudio Zeiger se interna en los problemas de conducta que aparecen resaltados por el proceso de adaptación, p. 38.
Se habla mucho sobre la actividad represora de Will Hays en el cine norteamericano, pero se dice poco que estuvo avalada por una industria complaciente. Homero Alsina Thevenet relata puntualmente la historia de un código, p. 42.
El guionista Jean-Claude Carrière inició su prolífica carrera junto a Jacques Tati, maestro de la comedie a la française. Una evocación, p. 46.
Andrés Di Tella escribe sobre su documental Montoneros, una historia. Mientras tanto, Marcelo Panozzo descubre Pasiones en Clichy, de Claude Chabrol, y José Pablo Feinmann rescata Cantando bajo la lluvia. Todo en las videopáginas, p. 50.
En Los ojos de Greta Garbo, Manuel Puig aparece ejerciendo una forma particular de crítica cinematográfica. Reseña Luciano Monteagudo, p. 60.
Si Perón y la Iglesia hubieran tenido otra relación, el cine argentino hubiera tenido una Camila O’Gorman, versión 1954. Un proyecto oscuro de Luis César Amadori, con Zully Moreno y Alfredo Alcón, un clásico nativo iluminado por Fernando Martín Peña, p. 62.
Humor gráfico: Caloi.