A fines del siglo pasado y comienzos del presente, la tormenta perfecta de liberalización económica, circulación de cultura masiva globalizada y una industria nacional de la historieta en bancarrota generó un verdadero “boom” de revistas sobre manga y anime en los kioscos argentinos. Ronin, cuyo único número se publicó en 2011, podría pensarse como una coda a ese fenómeno. Fue creada por Agustín Gómez Sanz, una de las figuras clave de Lazer (1997-2009), sin duda la más importante entre esa serie. Además de Gómez Sanz, el staff de redactores de Ronin estuvo compuesto por Micaela Deprès, Federico Musso, Ricardo “Tati” Pérez, Hernán Carreras, Carlos Miguel Romero y Diego París.

A nivel temático, el número recupera la posta de su célebre antecesora, como la designa Gómez Sanz en su editorial, con un foco en el manga, el anime y la cultura pop japonesa, y otro foco en productos de la cultura masiva global como los comics de Marvel o las series de TV norteamericanas. Las notas combinan información completa y fidedigna con un tono casual, con proclividad a reírse de sí mismos y sobre lo que se escribe.

Donde más se destaca la revista es en su materialidad. Consciente de existir en tiempos crepusculares para las revistas de papel, Ronin apostó a ser deseable como objeto. De formato peculiar, pequeño, casi cuadrado (17 x 19 cm), resulta reminiscente al tantas veces copiado formato Lazer (13.5 x 20.5 cm), pero reclamando una identidad propia. La tapa y la contratapa están adornadas con dos portadas diferentes, un guiño al diseño “espejado” con el que se editaban los mangas por ese entonces con el fin de ser exhibidos del derecho o del revés en los kioscos de revistas. La calidad de los materiales es excelente; las tapas con acabado mate y detalles en laca sectorizada le dan textura al tacto. Los interiores no se quedan atrás, con ochenta páginas de papel ilustración. Los diseñadores Alejandro Gutiérrez y Romina Galotta hicieron un trabajo excelente en la maquetación, haciéndola atractiva con solo abrirla.

Si bien Gómez Sanz reconoce que a ese primer y único número no le fue mal comercialmente, la carga de gestión de dos revistas (Ronin y Player Uno) resultó ser demasiada. Con el cierre de Ronin, tanto la discusión sobre manga y anime, como la sociabilidad que los rodea, migró hacia blogs, foros y redes sociales, dejando atrás los puestos de diarios y revistas.

 

Ronin
Editor en jefe: Agustín Gómez Sanz
Editor asociada: Eiko Sakakibara
Diseño y maquetación: Alejandro Gutiérrez y Romina Galotta
Colaboradores: Federico Musso, Micaela Deprès, Hernán Carreras, Diego París, Ricardo “Tati” Perez y Carlos Miguel Romero
Editorial: F3 Planning
Lugar de edición: Florida, Provincia de Buenos Aires
Fecha de publicación: 2011
Números publicados: 1
Dimensiones: 17 x 19 cm.

Digitalización: Diego Labra

Ronin
2011
Ronin nº 1