Los tres números de la revista-libro LD. Literatura Dibujada –cuyo subtítulo rezaba: “Serie de Documentación de la Historieta Mundial”– fueron lujosamente editados por Summa / Nueva Visión, en Buenos Aires, entre noviembre de 1968 y enero de 1969. La publicación nació a impulsos de la Primera Bienal Mundial de la Historieta, realizada hacia octubre de 1968 y co-organizada por la Escuela Panamericana de Arte y el Instituto Di Tella, sede de la experimentación estética y vanguardista durante la segunda mitad de los años sesenta en Argentina. El principal hacedor de LD fue el semiólogo Oscar Masotta (1930-1979), quien había llegado a los comics a partir de su trabajo y sus reflexiones sobre el arte pop, los happenings y las experiencias más renovadoras de las vanguardias contemporáneas.
En este contexto, enmarcado en “una actitud de reflexión militante sobre la historieta” (según palabras del propio semiólogo), el proyecto de Literatura Dibujada pretendía articular la presentación de las novedades más interesantes de la historieta de ese entonces, surgidas en los países europeos y concebidas para un lector adulto (las creaciones de Guido Crepax, Jean-Claude Forest, Guy Peellaert), con la recuperación de las producciones más valiosas provenientes de la tradición del comic norteamericano (Flash Gordon, de Alex Raymond; Dick Tracy, de Chester Gould; El Rey Petiso, de Otto Soglow). Decía la “Presentación” de su primer número: “El objetivo básico consistirá en proponer un cambio en la relación del público con las historietas: lo que antes era un consumo irreflexivo deberá ser ahora, y cada vez más, el motivo de una apropiación lúcida e inteligente”.
Cabe destacar dos hitos fundamentales de la breve historia de la revista: en primer lugar, la valoración polémica que Masotta proponía de la serie Dick Tracy, en contra de la crítica condenatoria que habían construido algunos intelectuales claves de esos años, como Umberto Eco (nº 2); en segundo lugar, la inclusión de la serie argentina Mort Cinder, de Héctor Oesterheld y Alberto Breccia; acompañada del diálogo que el propio Masotta mantuvo con el dibujante, en línea con las entrevistas que había realizado con diversos artistas plásticos de nuestro país, incluidas en El arte pop, de 1967 (nº 3).
El cierre de Literatura Dibujada acaso fue prematuro: su director derivó hacia el psicoanálisis lacaniano y luego al exilio en Europa; mientras que el interés teórico por la historieta se diversificó en una multiplicidad de aproximaciones, atravesadas por los vaivenes de la historia política y social de Argentina en los años setenta. Sin embargo, pervive la lucidez del gesto crítico y la audacia de reivindicar el valor estético e ideológico de un objeto cultural menospreciado hasta ese momento.
Agradecemos a Alejandro Miroli el préstamo de los ejemplares de la revista para su digitalización.
LD. Literatura Dibujada
Director: Oscar Masotta
Lugar de edición: Ciudad de Buenos Aires
Fechas de publicación: noviembre de 1968-enero de 1969
Números publicados: 3 (tres)
Digitalización: Claudia Roman