La Trompa de Falopo fue un fanzine de poesía que, a comienzos de los años noventa, compartió el hacer y la difusión de la empresa poética con otras publicaciones amigas como La Mineta, Lamás Médula, Un Huevo y Medio y 18 Whiskys. No obstante, su propuesta se singularizó por el diálogo intertextual entre la poesía y otros géneros discursivos –la publicidad, la crónica, los instructivos, los posters, los concursos, las estampitas– a partir del juego con el humor y sus variedades: la parodia, el pastiche satírico, el absurdo o la comicidad de tintes oscuros.
Bajo la dirección de un fantasmático y ubicuo Leandro Gado y un staff variable según las propuestas de cada número, la revista contó con un equipo medianamente estable integrado por Juan Desiderio, Mario Varela, Ricardo Cerqueiro, Sebastián Bianchi, Carlos Piro, Lilian Maisonnave, Gisela Rota, Ana Peroni, Ricardo Juricich y Andrea Molfeta. El primer número se publicó en 1990 y el último en 1993.
En tanto dispositivo de contacto, La Trompa de Falopo mantuvo un formato papel de pequeñas dimensiones y sostuvo su apuesta por el trabajo artesanal del diseño, mezclando la composición a máquina de los textos con los dibujos, las caligrafías manuscritas con el collage o la apropiación de fotografías y publicidades conocidas para –mediante mínimas intervenciones– redirigir la carga semántica en busca del efecto poético y disolvente de las enunciaciones tramadas.
En algunos números, de los seis que duró la empresa, se elaboraron trabajos de más largo aliento –los dossiers de poetas heterodoxos como David Wapner y los Hermanos Alemian–, en los cuales la obra naciente de jóvenes promesas se abordaba en un guiño dirigido a las monografías más letradas o académicas que el Diario de Poesía dedicaba a figuras ya establecidas. En esta apuesta por la mezcla de registros, una entrevista a Leónidas Lamborghini convivía con un homenaje a Janis Joplin; un panfleto de Quevedo contra los poetas con una carta púbica, escrita en verso, dirigida a Araceli Gonzalez; unas viñetas de Oski y César Bruto con las alocuciones mesiánicas de un inspirado Reverendo Pamechumbowe. Asimismo, se incluyeron juegos, concursos y otras textualidades participativas que propiciaban el intercambio con las instancias de lectura, incluso a través de las modalidades elegidas para su difusión: generalmente de mano en mano, por la calle, haciendo de la venta un contenido performático más de la revista.
Agradecemos a Mario Varela el envío de sus ejemplares digitalizados, en representación de la revista.
La Trompa de Falopo
Director: Leandro Gado
Redacción: Juan Desiderio, Mario Varela, Ricardo Cerqueiro, Carlos Piro, Sebastián Bianchi.
Fechas de publicación: 1990-1993.
Cantidad de números: 6 [un número homenaje especial, en formato digital, se publicó fuera de colección, en 2020]
Lugar de edición: Buenos Aires
Dimensiones: 16 x 11 cm.
Digitalización: La Trompa de Falopo