Latitud 34 se publicó entre noviembre de 1949 y enero de 1950. Un grupo de veinteañeros entre los que figuraban Enrique Pavón Pereyra, Fermín Chávez, Marcelo López Astrada, Luis Soler Cañas, Vicente Trípoli, Ramiro Tamayo, Juan Sol y Jorge Perrone, su director, buscaron darle un sesgo polémico y generacional a la publicación. Perrone escribió también la novela Se dice hombre donde tematiza la experiencia del grupo. Latitud 34 interroga la tensión América-Europa y busca expresar un camino alternativo frente a la asimilación acrítica de la producción y las usinas intelectuales del viejo continente. Sin snobismos ni el “manoseado recurso de la peña”: “Esta generación con deberes y responsabilidades imprescriptibles debe asumir una posición clara y consubstancial con el entorno. El único camino cierto”.

Sus integrantes fueron parte de “la generación neohumanista” que rechazó las formas que consideraban perimidas del pensamiento europeo y el tono desvitalizante que encontraban en el existencialismo francés, a partir de la posguerra. En estas páginas se ocupan críticamente de esa corriente filosófica que sintetizan en dos nombres: Sartre y Camus. En el plano local, entre los destinatarios de sus invectivas aparecen algunos escritores cercanos a la revista Sur. El nacionalismo de Latitud 34 es ecléctico: conviven notas donde se repudia al nacionalismo estrecho y localista con otras de sesgo anticomunista. La coincidencia es el rechazo a la cultura liberal en decadencia.

En el nombre y en el logo se da una definición: el logo entrecruza paralelos y meridianos, con un color distintivo número a número; el nombre señala una determinada ubicación geográfica, al igual que otras publicaciones de la época como Argentina, Sexto Continente, Mundo Peronista y Continente. Todas tienen una afinidad ideológica y conceptual sobre la cultura, pero en Latitud 34 sobresale el carácter polémico y cierto eclecticismo temático que hace lugar a lo popular: de Salvador Dalí a Tita Merello, de Paul Cezanne a Carlos Gorostiza, de Elías Castelnuovo a Goethe. Algunos colaboradores e ilustradores provienen de la revista de poesía Nombre. En sus tres números, Latitud 34 presenta un esquema similar: una entrevista extensa presentada en la portada, un editorial sin firma y distintos artículos sobre literatura, teatro, cine, historia y plástica, además de cuentos y poemas. El único entrevistado que se refirió a la coyuntura política local fue Scalabrini Ortiz, con menciones a Keyserling y Macedonio Fernández, elogios a la multitud y críticas a Borges.

Latitud 34 se lee con sobresaltos. Existen varias versiones sobre su cierre: están quienes dicen que el presupuesto no alcanzó para el cuarto número –habría quedado “encarcelado” en el taller gráfico de la Penitenciaria Nacional donde se imprimía-, los que sostienen que el acabose devino de la entrevista a Scalabrini Ortiz y los que insinúan que hubo una ruptura en el grupo editor, en torno al disenso sobre si eran o no peronistas.

 

Digitalización: Guillermo Korn.

Latitud 34
29 de noviembre de 1949
Latitud 34, n° 1
Latitud 34
15 de diciembre de 1949
Latitud 34, n° 2
Latitud 34
3 de enero de 1950
Latitud 34, n° 3