“Una pequeña hoja cáustica”, “minucioso programa de aniquilación” que reunió el “inconformismo común” de Susana Thénon, Juan Carlos Martelli, Eduardo Romano y Alejandro Vignati: eso fue Agua Viva, definen Héctor Lafleur, Sergio Provenzano y Fernando Alonso en su imprescindible estudio sobre Las revistas culturales argentinas, de 1967. Esos tres rasgos condensan, como lo hizo la revista, la experiencia estética y la capacidad de intervención de sus tres números, publicados a lo largo del primer semestre de 1960 (el último está fechado en el bimestre mayo-junio).

A medias revista y a medias plaquette, Agua Viva combinó poemas y prosas con vocación de intervención política y cultural. Quienes protagonizaron el proyecto tenían poco más de veinte años y empezaban a publicar sus propias búsquedas. Tal como recordará Eduardo Romano años más tarde, en una entrevista realizada por Rolando Revagliatti, los integrantes de la revista conformaban “Un conjunto heterogéneo, tanto que cuando incluí mi editorial “Contra todo”, los dos últimos [vg., Thénon y Martelli] hicieron constar al pie que no coincidían (claro, eran miembros del Partido Comunista y mi alegato estaba entre el anarquismo y la beatgeneration)”. Esas disidencias eran parte de la propuesta de Agua Viva, y la indicación “coexisten” que acompañó, en cada número, la nómina de sus editores conjugó esa vocación. Igualmente expresiva, en el mismo sentido, resulta la yuxtaposición en sus páginas de colaboraciones de Jorge B. Rivera, Ramiro de Casasbellas o Alejandra Pizarnik, expresivas de búsquedas poéticas que multiplican felizmente las divergencias.

Al igual que otras revistas de poesía, Agua Viva se prolongó en un sello editorial que, bajo el mismo nombre, publicó al menos tres títulos que reunían composiciones de sus colaboradores: Poemas para la carne heroica (1960) y 18 Poemas (1961), de Eduardo Romano; y Volcada luna (1960), de Alejandro Vignati. Bajo la indicación “Serie Teatro”, Agua Viva editó, también en 1960, El emperador de la China: un acto, de Marco Denevi y con delicadas ilustraciones de Benicio Núñez; una prueba más de la sinergia entre ambición y el deseo de encuentro entre experiencias de escritura diversas que guiaba el proyecto. Sin que pueda darse su fecha precisa pero muy probablemente próxima a la de los demás números, Agua Viva publicó una edición especial, encabezada también por la firma de sus cuatro fundadores, íntegramente dedicada a difundir el “Poema para el enjuiciamiento del presidente Eisenhower”, de Lawrence Ferlinghetti.

Ahira agradece a Facundo Reynoso y al Instituto de Literatura Argentina Ricardo Rojas, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, la digitalización de la revista.

 

Agua Viva
Directores: Susana Thénon, Eduardo Romano, Juan Carlos Martelli, Alejandro Vignati
Lugar de edición: Ciudad de Buenos Aires
Fecha de publicación: 1960
Dimensiones: tríptico (cada uno de los seis paneles mide 22,5 x 12 cm.)
Números publicados: 3 (tres) y una edición especial

Agua Viva
1960
Agua Viva N° 1
Agua Viva
1960
Agua Viva N° 2
Agua Viva
Mayo-Junio de 1960
Agua Viva N° 3
Agua Viva
s/d
Agua Viva – edición especial