La revista Artiempo, dirigida por el escritor y crítico de arte Osiris Chierico, publicó seis números entre octubre de 1968 y mayo de 1969. Apareció en una coyuntura convulsionada y fértil, calificada por Ana Longoni y Mariano Mestman como el itinerario del ’68: situación “efímera pero paradigmática de las tensiones que recorren en ese período vertiginoso el campo intelectual argentino, cuando las dos tendencias clave de la década (Ilamémosles condensadamente el horizonte modernizador y el horizonte revolucionario) aparecen, o bien enfrentadas o bien compatibilizadas en los discursos, en las instituciones, en las producciones culturales. En este itinerario se articulan procedimientos, técnicas, recursos provenientes de la zona modernizadora del campo artístico con las formas radicalizadas que adopta crecientemente la práctica política frente a la intransigencia de la dictadura de Onganía” (Ana Longoni y Mariano Mestman, Del Di Tella a “Tucumán arde”. Vanguardia artística y política en el 68 argentino, Buenos Aires: Eudeba, 2010, segunda edición, p. 21.) En ese contexto Artiempo fue una publicación significativa, que buscó conciliar la cultura masiva con las manifestaciones de vanguardia. Intervino en las polémicas y debates sobre la canción de protesta, la censura del gobierno militar, el Salón Nacional, el Museo de Arte Moderno, el Tucumán Arde, la primera Bienal argentina de Historieta, la Bienal de Venecia y el movimiento hippie. En la lista de sus colaboradores se encontraban escritores, periodistas y artistas como Lorenzo Amengual, Angel Bonomini, Miguel Briante, Calki (Raimundo Calcagno), Jorge Miguel Couselo, Geno Díaz, Nira Etchenique, Jorge B. Glusberg, Joaquín Gómez Bas, Raúl González Tuñón, Edmundo Guibourg, Ricardo Halac, Agustín Mahieu, Reynaldo Mariani, Jorge Páez Vilaró, Enrique Raab, Alberto Rodríguez Muñoz, Néstor Sánchez, Kive Staif, Mónica Tiffenberg, Francisco Urondo y Mario Trejo.
Digitalización: Martín Greco