La revista Pausa se publicó en la ciudad de Rosario entre 1957 y 1961. Sus cinco primeros números fueron dirigidos por el poeta Rubén Sevlever, con una comisión de colaboradores de la cual participaron Noemí Ulla, Clotilde Gaña, Ángela Neve, Ada Donato de González y Cledy Bertino. La colección cuenta con siete números, que se publicaron con una periodicidad regular entre el primero (octubre de 1957) y el quinto (septiembre de 1958) y un ritmo algo más espaciado en los dos últimos (julio de 1959 y agosto de 1961). Eduardo Serón diagramó los dos últimos números.

El primer número de Pausa es un pliego con ilustraciones de Herrero Miranda y poemas de Noemí Ulla, en uno de cuyos márgenes se lee: “Pausa en la vida universitaria es ésta en la que nacen los poemas de la primera entrega”. Efectivamente, la publicación nació, “junto a la cátedra de literatura iberoamericana de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación”, como un vehículo de transmisión de “estudios, críticas y creaciones” de los estudiantes y graduados universitarios. Más adelante, se convirtió en una revista más específicamente dedicada a la poesía y habitada por los agentes plurales del campo literario rosarino. Atendiendo a esta doble vertiente, es posible ubicarla, por un lado, como iniciadora de una tradición rosarina de revistas universitarias a las que se sumarán El Arremangado Brazo, Setecientosmonos y, más recientemente, Sisi y Paradoxa. La Facultad de la por entonces todavía Universidad Nacional del Litoral era un hervidero intelectual donde actuaban profesores como Guillermo de Torre, Furio Lilli, Guillermo Thiele, Gerardo Moldenhauer y, después del golpe de Estado de 1955, David e Ismael Viñas, León Rozitchner, Aldofo Prieto (del grupo de Cortorno), Tulio Halperín Donghi y Ramón Alcalde, quien promovió la existencia de Pausa. Por otro lado, tanto quienes escribían en Pausa como los espacios por donde circulaba coincidían con el ámbito de sociabilidad literaria de la generación del 50, en particular, del grupo del Ehret. Los bares que rodeaban la Facultad (Laurak Bat, Ehret), las librerías del poeta Willy Harvey, de Laudelino Ruiz, de Sevlever y Reynaldo Papalardo eran lugares frecuentados por Hugo Padeletti, Noemí Ulla, Aldo Oliva, Daniel Wagner, Carlos Saltzmann, Juan José Saer, Hugo Gola y otros escritores interesados en discutir sobre política y literatura.

La publicación albergó traducciones de poemas de Breton, Montale, Lee Masters, los Himnos Homéricos, Lanza del Vasto, Milton de Lima Sousa, etcétera, realizadas por, entre otros, Oreste Frattoni, Noemí Ulla, Hugo Padeletti y Ángel Cappelletti. Publicaron ahí poemas Aldo Oliva, Rafael Ielpi, Willy Harvey, Francisco Urondo, Hugo Gola, Noemí Ulla, Daniel Ghiribaldi, Cledy Bertino, Rubén Sevlever, Hugo Padeletti. En menor medida, se publicaron también ensayos estudiantiles.

Es importante señalar que fue Rubén Sevlever quien le aportó su sello único a esta revista que, pese a altibajos en la calidad material de las tiradas, se caracterizó por el interés en el poema como trabajo específico sobre la palabra. Ahí se publicaron por primera vez poemas que el tiempo haría célebres, como “Recuerdos de hotel” del propio Sevlever, “Primer Apuntamiento” de Hugo Padeletti o “Caza mayor” de Aldo Oliva, y que el entusiasmo de aquellos jóvenes lanzaba hacia adelante.