Entre el primer número de la revista de poesía Nosferatu, de agosto de 1972, y el número de cierre de la revista de poesía Último Reino, de 1998, transcurren veintiséis años. Más allá de ese lapso considerable, muchos poetas que las integraron siguen escribiendo y publicando. Enrique Ivaldi creó y dirigió los 12 números de Nosferatu (1972-1978), publicación que surgió de reuniones en casa del poeta Mario Morales. Víctor Redondo hizo lo propio con los 25 números de Último Reino, que tuvo su origen en El sonido y la furia, un taller de poesía que empezó a dirigir Morales alrededor de 1976, también en su casa, antes de los encuentros de Nosferatu.

Último Reino se publicó con regularidad entre 1979 y 1998, decreciendo su frecuencia y aumentando su volumen con el tiempo. Víctor Redondo, Horacio Zabaljáuregui, Guillermo Roig (Patricio), Roberto Scrugli, Mónica Tracey y Susana Villalba formaron parte del grupo y de la revista desde sus orígenes. Último Reino fue calificado por ese entonces como un movimiento “neorromántico”, que no fue una autodefinición, pero tampoco una caracterización rechazada por el grupo, que se consideraba heredero de una tradición que partía de los románticos alemanes (e ingleses y franceses), incluía a Rimbaud y el simbolismo, se continuaba en el surrealismo y resurgía en la poesía beat estadounidense. También se sentía cerca del neorromanticismo de la generación del 40, impregnada de otras influencias, como la poesía de Lubicz Milosz en los casos de Olga Orozco y Alfonso Sola González.

Cada número constaba de poemas y ensayos críticos, tanto de poetas en español como traducidos; una sección central con una antología de un poeta homenajeado (José Lezama Lima, José Carlos Becerra, Jacobo Fijman, Ricardo Molinari y muchos otros); y una sección titulada “La Puerta”, donde se acompañaba la mención de los libros recibidos con un poema más o menos extenso de cada uno. El artista plástico Pablo Schugurensky fue el creador del logo de Último Reino e ilustró todos sus números hasta 1988 cuando se fue a España. Gustavo Margulies, codirector de la publicación y músico, además de participar en la revista, dirigió un sello de cassettes que se llamó Circe-Último Reino. Jorge Zunino, poeta de Nosferatu, contribuyó en todos los números de Último Reino.

Con el paso de los años, la revista se fue apagando. Podría decirse que tuvo dos finales: el primero es el nº 22/23, de diciembre de 1994, que tiene un aire de despedida porque, en una recapitulación final, se reproducen las contratapas de todos los números anteriores y se enumeran los autores publicados en sus páginas centrales; el segundo es el nº 24/25, de 1998, en el que, entre otros autores, se publica a cada uno de los amigos del grupo: otra forma de decir adiós, de estar reunidos por última vez. Último Reino se despide con un último gesto fraternal al reunir poemas de cada uno de sus integrantes.

Digitalización: Martín Mustar, Instituto de Literatura Argentina “Ricardo Rojas” (FFyL-UBA) y Claudia Roman

Último Reino
Octubre-diciembre de 1979
Último Reino Nº 1
Último Reino
Abril-junio de 1980
Último Reino Nº 2
Último Reino
Julio-septiembre de 1980
Último Reino Nº 3
Último Reino
Octubre-diciembre 1980
Último Reino Nº 4
Último Reino
Abril-junio de 1981
Último Reino Nº 5
Último Reino
Julio-septiembre de 1981
Último Reino Nº 6
Último Reino
Octubre-diciembre de 1981
Último Reino Nº 7
Último Reino
Abril-septiembre de 1982
Último Reino Nº 8-9
Último Reino
Octubre-diciembre de 1982
Último Reino Nº 10
Último Reino
Diciembre de 1983
Último Reino N° 11
Último Reino
1984
Último Reino N° 12-13
Último Reino
Enero-junio de 1985
Último Reino N° 14