Papeles de Buenos Aires fue la revista dirigida por los hermanos Adolfo y Jorge de Obieta, que alcanzó a editar cinco números, entre septiembre de 1943 y mayo de 1945, y aun así, con el paso del tiempo, alcanzó cierta cualidad mítica, aumentada por el hecho de que esos remotos ejemplares se convirtieron en casi inhallables, si no directamente desconocidos. Leída hoy, tantos años después, efectivamente Papeles de Buenos Aires es una revista extraña y original. Su nombre hace referencia a uno de los títulos capitales de uno de sus mentores y habitual colaborador, Macedonio Fernández, que en 1929 había publicado Papeles de Recienvenido en la editorial Proa. Pero también a la declaración de sus dos directores que, al final de cada número, sostienen que solamente “procuran ordenar estos Papeles”, como un modo de describir la forma misma en que la revista se compone: una reunión de papeles sueltos, desarticulados; poemas, éditos o inéditos; partes de libros, relatos de distinta extensión, misceláneas humorísticas, interpretaciones de poemas, citas de textos antiguos que hacen disparatadas referencias a la colonización de América, reflexiones sobre estética, teatro, arquitectura, educación primaria, enseñanza universitaria, la situación bélica, y también algunos textos orgánicos, como los “Ensayos sobre música” de Juan Carlos Paz que, si en cierto modo se distinguen con nitidez por su estilo y su precisión teórica, acuerdan con el proyecto de la revista en cuanto a la drástica defensa de las novedades estéticas.