El Grillo de Papel nació de una polémica: la que Abelardo Castillo y Arnoldo Liberman sostuvieron con la ortodoxia del Partido Comunista representada por la revista Gaceta Literaria de Pedro Orgambide. Su primer número salió a la calle el 28 de septiembre de 1959 dirigido por un Consejo Directivo integrado por Castillo, Liberman, Oscar Castelo y Víctor E. García. Pronto se sumarían Liliana Heker, como secretaria de redacción, Betina Duret, Susana Isod, Hugo Kusnetzoff como colaboradores inmediatos. El epígrafe —”Gris es toda teoría y verde el árbol de oro de la vida. Goethe”— anunciaba la primacía de la ficción por sobre toda teoría política o de escuela literaria. Su rasgo distintivo es la de ser una revista literaria: publicaron cuentos y poemas de jóvenes y no tan jóvenes escritores y poetas argentinos y extranjeros; reseñas de nuevos libros; comentarios sobre cine, teatro, música y artes plásticas. Se caracteriza por la incorporación del humor y la sátira en secciones misceláneas e ilustradas —“Grillerías”, “Bicherías”, “Marginalia”, “Cazando grillos”, “El quiosco del grillo”— en las que se critica a los otros, se transcriben notas breves sobre política, cultura o literatura de otras publicaciones, se interviene en el presente político y cultural. El Grillo de Papel salió durante un solo año: después de publicado su sexto número en noviembre de 1960, la censura implementada por el Plan Conintes ordenó el cierre de Stilcograf, donde se imprimía la revista de Castillo.